La importancia de la salud dental para los más pequeños de la casa
Los niños experimentan cambios en su boca desde los primeros hasta los últimos dientes. Los padres deberán vigilar la salud bucal de sus hijos a partir de la ausencia de dientes siendo bebé, pasando por los dientes de leche hasta llegar a los dientes permanentes. Si se tienen en cuenta una serie de consejos como enseñar los hábitos de higiene adecuados y visitar al odontólogo de forma regular, se reducirán considerablemente los riesgos de sufrir algún problema dental.
Establecer una correcta rutina familiar en los diferentes periodos del día ayudará a que la limpieza dental se convierta en un hábito muy saludable. Los niños se acostumbran al cepillado empezando desde pequeños como un juego y convirtiéndolo más adelante en una buena costumbre, que evitará tratamientos costosos y enfermedades molestas.
La primera revisión dental
La salud dental de los niños es tan importante que es recomendable revisar la boca de los pequeños lo antes posible. En realidad, los dientes de leche y las células diferenciadas de los dientes definitivos empiezan a crearse durante el embarazo, por eso es importante que la madre lleve una dieta equilibrada, para favorecer la correcta formación de las piezas dentales. Los primeros dientes comienzan a salir sobre los ocho meses de vida, y siempre es recomendable consultar con el odontopediatra para saber cómo se está desarrollando la dentadura del niño.
Si todo el procedimiento dental está progresando adecuadamente, la siguiente revisión se aconseja antes de que el niño cumpla los siete años, con el fin de poder diagnosticar problemas relacionados con los maxilares y la erupción dentaria. Asimismo, durante esta etapa de la infancia los más pequeños adquieren los hábitos de conducta, sueño, higiene y alimentación, por ello es muy importante hacerles entender que una correcta limpieza dental evitará futuras molestias.
Clases de cepillos de dientes para niños según su edad
A medida que van saliendo los dientes de leche los niños necesitarán una limpieza más regular de la boca. Cuando el niño tenga entre uno y dos años se pueden adquirir en comercios especializados cepillos de dientes con filamentos suaves y cabezales redondeados para realizar un cepillado sin necesidad de usar pasta de dientes.
Cuando los niños cumplan los tres o cuatro años se puede añadir al cepillo, con filamentos suaves y mango ergonómico, pasta con flúor y así prevenir las caries. También se recomienda incluir un enjuague bucal específico para la edad para ayudar a proteger las encías y los dientes. Sí el cepillo de dientes se introduce a temprana edad, el niño crecerá con este utensilio y le será más sencillo utilizarlo diariamente.
Con el paso de los años y la aparición de los dientes de leche y dientes permanentes es aconsejable visitar a un especialista en odontología infantil que pueda recomendar el cepillo manual o eléctrico más adecuado para la edad del pequeño. Del mismo modo, también se pueden aplicar cremas dentales y colutorios especiales según la edad y necesidades del niño.
