La pérdida de piezas dentales conlleva importantes trastornos tanto funcionales como estéticos. Gracias a la tecnología actual, estás ausencias se pueden reponer eficazmente y en poco tiempo.
Los implantes dentales son unas prótesis que se colocan (implantan) en el hueso maxilar superoior o inferior creando una base sólida sobre la que se pueden efectuar tanto restauraciones de dientes individuales, como prótesis parciales o totales.
En este sentido, es importante entender que un implante no es más que una «raíz artificial» y que por sí solos no significan nada, sólo tienen utilidad en función de ofrecerle «soporte» a una prótesis en cualquiera de sus tipos. Su dentista le podrá dar información completa de su situación particular y le ayudará a decidir si los implantes dentales son su solución.
¿Qué es la osteointegración?
Se ha podido demostrar científicamente que, en condiciones cuidadosamente controladas, que se puede integrar el titanio con el hueso vivo, con un alto grado de predictibilidad y sin inflamación de los tejidos blandos que lo rodean.
A esta unión intima de las células óseas con la superficie del titanio es a lo que se denomina oseosteointegración (el hueso acepta el titanio como si en realidad formara parte de la estructura del propio organismo, produciendo de esta forma una soldadura biológica y creciendo a su alrededor).
¿Cuáles son los beneficios de un implante dental?
Los implantes pueden reponer la pérdida de un diente natural, sin necesidad de tener que tallar los dientes adyacentes para la preparación de un puente.
En muchos casos se pueden colocar implantes para soportar un puente y así evitar el tener que usar prótesis removibles.